El término de podcast se originó en 2004 a partir de la unión de las palabras iPod (el reproductor de música de Apple) y broadcasting (radiodifusión en inglés).
Existen también los podcasts de vídeo, aunque por lo general, al hablar de podcast se hace referencia a programas de audio. Dichos programas funciona de forma similar a un canal de YouTube, ya que publican de forma periódica nuevos episodios, por lo general de una duración que va de 30 a 60 minutos cada uno.
Los podcasts son un formato de distribución de ficheros multimedia vía web y con un sistema de feeds RSS. Este mismo sistema es el que se usa para seguir blogs en los lectores de feeds como Feedly. Al usar los podcasts el oyente podrá recibir de manera automática las nuevas publicaciones, por medio de un reproductor de podcasts con el que se suscribe a estos feeds.
¿Qué ventajas los diferencian de los medios de difusión audio tradicionales como la radio?
La mayor ventaja que poseen es que el público tiene la opción de suscribirse con un lector de podcasts a un programa de podcast y recibir así actualizaciones automáticas vía RSS. Por tanto, al no ser una emisión en vivo, puede escucharse en cualquier momento. Además, sus audios pueden descargarse de forma automática, lo que permite escucharlos offline, una vez descargados.
Estas ventajas son, por sí solas, argumentos de peso para interesarse por los podcasts. No obstante, los primeros años no tuvieron mucho éxito. Incluso se les considero un formato menos importante o destacable que el texto y el vídeo. El verdadero boom de los podcasts surgió en medida que se popularizó el uso de los smartphones.
El iPhone fue el aliado perfecto para el podcast
Como sabemos el concepto de smartphone ya existía antes, pero fue con la presentación en el 2007 del iPhone cuando se inició la era de los smartphones. Lo que supuso para los podcasts posicionar al audio como el único formato de contenido que se puede consumir de manera realmente confortable y segura, sin provocar distracciones peligrosas.
Este aspecto de seguridad para los usuarios es quizá su mayor cualidad. Por otra parte, su utilidad también radica en su sencillez. El formato audio es un formato que a mucha gente le resulta más fácil para producir, mucho más que contenidos en texto o vídeo. Además, permite que audiencia con dificultades para leer o visuales puedan acceder fácilmente a contenidos extensos o teóricos sin complicación.
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