Spotify es el mayor servicio de streaming a nivel internacional. Brinda servicio a más de 160 millones de usuarios activos, tiene 70 millones de suscriptores de pago y está activo en un total de 61 mercados. Es uno de los creadores de tendencias en la industria de la música moderna.
El funcionamiento de Spotify es relativamente simple: utiliza una serie de listas de reproducción por algoritmo y a partir de eso se realiza una curaduría que impulsa el descubrimiento de música actual y hace que los usuarios conozcan e indaguen de forma más profunda en su catálogo.
La era del streaming
Desde el inicio de la era de consumo masivo de música, el soporte físico ha sido una necesidad. Los usuarios acostumbrados a cambiar a lo largo del tiempo junto con los soportes requerían un lugar para almacenar y reproducir su música.
Durante la última década, la necesidad del soporte físico se ha ido desvaneciendo y se ha cubierto por la posibilidad de reproducción directa a través de Internet. Según datos definitivos los usuarios de servicios de streaming por suscripción no han parado de crecer desde 2014.
Hacer música y colocarla en Spotify
Hoy en día resulta casi una necesidad que los artistas emergentes tengan su música en Spotify, y que sean activos en la plataforma por medio de Spotify for Artists.
A pesar de que muchos artistas aficionados o incluso los profesionales lo desconocen, Spotify permite que los usuarios incorporen su música a su base de datos para que pueda ser reproducida y descargada por cualquier usuario de la plataforma.
Subir música es sencillo. Puede hacerse subiendo archivos almacenados en el ordenador o desde plataformas de gestión y almacenaje como Dropbox. Lo importante es buscar un “agregador de artistas” adecuado y que se adapte al estilo de la música que se desea subir. Existen agregadores gratuitos y de pago. De los gratuitos, el más popular es RouteNote, mientras que de paga los más usados son CDBaby y Tunecore.
El proceso es muy sencillo una vez que se tiene una cuenta en Spotify. Los cargadores de pago, tienen la ventaja de que se encargan de todo, desde recibir los archivos y enviarlos a Spotify. Ahora, los archivos deben estar en formato .mp3 o .aac, durante el proceso de carga la propia plataforma o en su defecto, el cargador, notifica cuando existe una incompatibilidad de formatos. Así que no hay nada de qué preocuparse. Una vez arriba la música se notifica y recibe una pequeña ganancia por cada descarga.
Si te interesa este tema estudia la Licenciatura en Producción musical digital en cualquiera de nuestros campus. En Amerike compartimos tu pasión.
Déjanos tus datos y recibe más información.
[gravityform id=”55″ title=”true” description=”true”]
