Este 31 de enero se cumplió el 20 aniversario de la primera entrega de Silent Hill. Fue en 1999 cuando esta terrorífica saga salió a la venta para PlayStation original.
En un primer momento, muchos pensaron que el nuevo juego de terror era sólo la respuesta de Konami ante el enorme éxito de Resident Evil. No obstante, en poco tiempo quedó claro que Silent era un juego mucho más interesante y no una simple respuesta al juego de Capcom.
Silent Hill no es sólo una historia de zombis, sino que centró su narrativa en el terror psicológico y con esto contribuyó al auge del género conocido como survival horror.
Sólo basta pensar en el inicio del primer Silent Hill, en el que después de sufrir un accidente en la carretera, Harry Manson recuperaba el conocimiento y comprobaba cómo su hija Cheryl había desaparecido.
Esta historia de un padre en busca de su hija a través de las aterradoras calles de una ciudad que en poco tiempo se terminó convirtiendo en la verdadera protagonista y que desde hace veinte años ha albergado todo tipo de pesadillas a lo largo de más de 10 entregas.
Detrás de Silent Hill estaba el Silent Team, un pequeño equipo dentro de Konami en Tokyo que se encabeza por el diseñador Keiichiro Toyama. Este equipo trabajó siguiendo el género de terror sobrenatural japonés, que estaba en auge a finales de los noventa gracias a películas como Ring (1998).
Los elementos del terror sobrenatural como los pasos huecos de los personajes, la radio como un medio, la oscuridad, el uso de linternas y obviamente los personajes terroríficos y eventos sobre naturales. Es lo que le dio forma al primer Silent Hill. Estamos ante veinte años de un legado que se ha replicado en muchos otros videojuegos.
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