Las enfermedades reumáticas son una de las primeras causas de morbilidad de la población mundial. A nivel global estas enfermedades poseen una cifra de afectación sociodemográfica que supera los 6 millones de diagnosticados.
Este tipo de enfermedad es responsable del 18% de las bajas laborales por incapacidad temporal y suponen un gasto sanitario de más del 0,8% del PIB en algunos países de Europa.
Ahora bien, la artritis reumatoide, que se presenta como la enfermedad más representativa, alcanza una incidencia de 20/100.000 casos y una prevalencia que oscila entre el 0,5 y el 0,8% de la población en América Latina.
Estas enfermedades riesgo aumentado y mayor gravedad se presentan con más frecuencia en pacientes de sexo femenino y reduce la esperanza de vida entre 4 y 10 años.
Estrategias de tratamiento de estas enfermedades
Casi todos los tratamiento para las enfermedades reumáticas se enfocan al área médico-farmacológica. A pesar de que estas enfermedades cuentan con una amplia variedad de afectación osteoarticular y musculoesquelética de clara indicación fisioterápica pocos son los estudios realizados sobre la eficacia y la efectividad de los tratamientos de fisioterapia aplicados a los pacientes reumáticos.
No obstante. Es importante destacar que el Fisioterapeuta puede colaborar a través de interconsulta a los servicios hospitalarios y de atención primaria, mediante un sistema protocolizado para atención de estos pacientes.
El buen funcionamiento de este tipo de sistemas siempre depende de unos criterios de derivación establecidos previamente y de forma consensuada por el equipo terapéutico.
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